lunes, 12 de junio de 2017

Arquitectura del Origen

   Buenos aires, como toda ciudad metafísica, posee en realidad dos ciudades: La Buenos Aires histórica, lineal, progresiva, donde los hombres trabajan, se reproducen, compran lotes, autos, cumplen horarios estrictos, pagan sus cuentas y responden al cúmulo de obligaciones que toda metrópoli impone, y la Buenos Aires mítica, que es cíclica, de acuerdo a la repetición que cada espíritu realiza adentrándose- ritualmente- en el mito de Buenos Aires.
   A ésta y no a otra ciudad es a la que refiere el tango. Allí están sus librerías, sus cabarets, sus cafetines, donde comulgan los feligreses. En el cafetín ocurre la iniciación del hombre de tango: la consumación de la amistad, que previamente se descubrió en el barrio; la ceremonia de la taza de café o la salmodia del alcohol, que junto al cigarrillo, configuran los complementos paganos del pan y el vino en la Santa Cena cristiana; el tiempo lúdico dentro del tiempo cíclico, ritual, que traen los juegos: el naipe, los dados, etc.
   En estos lugares sagrados para el tango, el barrio, el café, la esquina maleva, es donde el tiempo cotidiano y lineal de la Buenos Aires histórica se detiene, y surge como de un ensueño la Buenos Aires mítica y espiritual, en la que los hombres se inician, repitiendo cíclicamente cada ceremonia ritual cuando acuden a ella.
   La decadencia de una ciudad se exhibe no sólo en la degradación de los elementos con que sus constructores edifican, sino también en esa otra peor degradación de los elementos espirituales que la época presente deconstruye a diario. Los amigos se han dispersado, el barrio se urbanizó o devino en nefastas villas centroamericanas, el café transmutó en el falsamente cosmopolita resto-bar, sólo ha quedado la cosmovisión de “la madre” como emblema de la santidad mariana. Consuelo para melancólicos, Buenos Aires vivió alguna vez este mito y lo hizo poema y filosofía para la posteridad, que hoy somos nosotros.
   Nuestra búsqueda no es otra que la de describir los tipos y las arquitecturas que permitieron la existencia de una metafísica del tango.