sábado, 26 de mayo de 2012

Macedonio Fernández y el fin de la literatura


Yo he sido ese viejo cínico
que vagaba por los arrabales
buscando el enigma del universo.

Aquel que se detenía
largas horas ante una pava de mate,
o a liar un delgado cigarrillo,
dispuesto a encontrar en las esquinas
una furtiva metafísica.

Ese y algún otro más he sido.

Pero ahora, que ya no creo en la muerte
ni en las vanidades de la literatura,
sólo quiero ser, por unas tardes más,
un hombre común y sencillo,
consagrado al ínfimo dios de lo cotidiano.