martes, 2 de febrero de 2021

Perduración de Gardel

                               

                              No es la costumbre
a la ubicua sonrisa, perdurable como el hierro,

ni tampoco la permanente estampa
que se reproduce en los húmedos almacenes,
en los quioscos, en las librerías, 

ni ese silbido convocante
del caminante taciturno
que en las horas del ocaso
merodea deshabitados arrabales.

Es la hazaña
de haber sido un hombre
como cualquier otro, lo que me abruma.

Es el coraje
de haber fundado un universo
y sus contornos
con el sólo anuncio de su voz.

Es la fortuna
de habernos dejado
el consuelo de ser argentinos,
de tener, en el alba de la patria,
la melancólica tristeza de los sabios.

Haber llegado, sólo por él,
a la mayoría de edad.


                                                     San Nicolás, Diciembre de 2010